Después de dos noches y tres días, por fin llego a mi casa. En la soledad de la misma , y con música suave de fondo, en mi mente se evocan multitud de imágenes y recuerdos de este fin de semana de locura de felicidad.
Gracias al entusiasmo de un grupo de padres y madres del cole, y de dos profesoras, la teoría de una convivencia anunciada se convirtió en el despertar de una realidad palpable.
Atrás quedan 23 cabañas solitarias, atardeceres inigualables, la experiencia del frio, la ausencia de lo cotidiano,.. atrás queda la sensación de que llevamos vida a un bosque de pinos canarios y donde el Roque Nublo, fielmente acompañado de La Rana y bajo la protección del Fraile, hizo posible que un grupo numerosos de infantes y adultos nos postrásemos al pie de nuestro símbolo gran canario por excelencia: EL ROQUE. No importó la dureza del terreno, los que quedaron en el camino, no importó el sempiterno sol y el murmullo de los pinos...nada fue obstáculo para que benjamines, alevines, adolescentes, jóvenes y no tan jóvenes nos uniésemos en una piña y consiguiéramos nuestro reto.
Solo, en el campamento, miro y escucho el silencio; solo yo y mis recuerdos de risas de niños y niñas de 3 años y miradas cómplices de adolescentes; solo el café a horas no adecuadas me permitió ser parte de 26 familias, solo yo les quiero dar las gracias por hacerme partícipe de vuestras preocupaciones y alegrías. Solo, solo, camino hacia el coche... me despiden las cabañas, el ulular de los pinos, el olor de la tierra y el atardecer de enamorado de mis mejores emociones ... he vivido un romance con vosotros, un encuentro conmigo y sobre todo mi respeto a este hermoso campo canario.
Gracías María José , Mariola, Paqui, Gerardo, Mercedes, Tatiana, Estebana, José Antonio, Ana Teresa, Elena, Hervet, David, Carlos, Joana, Fredi, Diana, Marta, Víctor, Gabriela, Jose, Noelia, Carolina, Julio, Laura, Manolo... por hacer mi estancia tan grata y sobre todo por vuestra ayuda.
José Manuel, el de la cabaña número 10
Una vez más nos sumamos a la experiencia de convivir en plena naturaleza, de relacionarnos con niños, preadolescentes y adultos.Hemos sido capaces de SER un GRUPO. Durante la caminata todos hemos estado pendientes de todos,los más fuertes animándo a los que ya no podían, ayudando con las mochilas, compartiendo el agua, la comida,...
ResponderEliminarHemos disfrutado de conversaciones con niñ@s de 11-12 años que nos han emocionado por la madurez y el respeto con el que hablan.
Hemos disfrutado de un fin de semana diferente y aunque hayamos tenido contratiempos, éstos también son parte de nuestra vida cotidiana y nos ayudan a aprender y a crecer tanto a niñ@s como adultos.
Gracias a todos por compartir este fin de semana, a Mª José y a Mariola por acompañarnos y como no, muchísimas gracias al que ha hecho posible esta convivencia: Jose M el de la cabaña número 10.
Contando los días para la próxima, saludos a tod@s.
Noelia y Jose
Noelia lo has relatado tal cual fue.
ResponderEliminarGracias a las familias por su participación, a los alumnos por la ilusión, pero sobre todo GRACIAS al líder que hizo posible que todos nos encontráramos allí: José Manuel.
Fue un placer acompañarles y una alegría seguir reviviendo los momentos a través del blog.
María José y Mariola